sábado, 3 de marzo de 2018

«La semilla de la bruja», de Margaret Atwood, y sus seis hechizos



Habiendo leído previamente «La tempestad» de Shakespeare, voy a resumir esta brillante reinvención en dos palabras: imaginación y diversión. Si queréis valorar el gran trabajo realizado y quedar atrapados entre las páginas de este mágico y absorbente libro, os aconsejo que hagáis lo mismo que yo.

El tiempo apremia y «La semilla de la bruja» espera: una novela en la que Margaret Atwood, en su papel de maga de las letras, os hará revivir una ancestral venganza bajo el influjo de seis poderosos hechizos.

¿Preparados? Pues sin más dilación...

(Voz en OFF)


¡Que se desate la tormenta y que comience la función!


Hechizo 1.- ¿Cuántas tempestades?


No solo recrea «La tempestad» ambientándola en el siglo XXI;  si no que, haciendo gala del gran talento y oficio que posee, Atwood incluye en la trama el montaje y representación de la misma. Un gran homenaje al género al que pertenece: el teatro.

Hechizo 2.- Las cárceles


Dada la importancia que tienen las «cárceles» en la citada obra de Shakespeare, es muy destacable que esa representación mencionada en el hechizo anterior cuente, entre su elenco, con criminales convictos que cumplen condena en un correccional penitenciario. Un guiño que solo nos podía ofrecer una mente dotada de una gran agudeza y con una enorme sensibilidad.

Ha sido muy gratificante analizar la clase y el número de cárceles que hay en la novela de Atwood. Estoy segura de que dos hechizos son suficientes para percibir la grandeza de este libro y espero, además, despertar vuestra curiosidad con el comentario siguiente: las cárceles son muchas y variadas, no solo aquellas construidas con barrotes.

Hechizo 3.- Algunos personajes de la trama principal


Si el desterrado Próspero es el protagonista de «La tempestad», aquí tendremos el honor de compartir venganza con Felix: un tragicómico hechicero del mundo artístico. Desde su particular isla, confeccionará un eficaz conjuro contra Tony, versión moderna del duque de Milán, con el objetivo final  de recuperar su usurpado ducado: la dirección del teatro Makeshiweg.

No faltarán el rey de Nápoles, su hermano Sebastian y Fernando el heredero al trono e hijo del primero: personajes todos ellos de la obra original. Os invito a que los identifiquéis en esta versión moderna. La ingeniosa Atwood nos ha dejado escrito un entretenidísimo «¿quién es quién?». No se puede pedir más.

Y, por supuesto, en los dominios isleños de nuestro moderno Próspero, Felix, sentiremos la presencia de su hija Miranda: un personaje que vivirá encerrado en una cárcel de cristal a la espera de conseguir la ansiada libertad y con ella, la de su carcelero.

¿Falta alguien?

CUADRO 1
En este blog deshabitado

LECTOR 1
¡Se olvidó de Calibán!

VOZ EN OFF
¡Qué sulfúreo alboroto! ¿No se ha citado al pecoso engendro ya? ¡Está en el título!

LECTOR 2
Y de Ariel... Se olvidó de Ariel.

VOZ EN OFF
En la novela está en modo invisible, ¡montón de tierra!

Ya no falta nadie, creo.

Hechizo 4.- Análisis y desarrollo de la obra original: «La tempestad»


De una forma cómica, transgresora y sin límites de ningún tipo. Atwood utiliza como recurso las clases de teatro que se imparten en el centro penitenciario y los encargados de analizar y desarrollar «La tempestad» serán los reclusos. Personas, todos ellos, de diferente formación y estatus social. Un detalle de gran relevancia si tenemos en cuenta que a las representaciones de las obras de Shakespeare acudía un público de lo más heterogéneo. Por tanto, estamos ante un guiño más de la autora hacia la obra del célebre escritor.

Hechizo 5.- El carácter de la obra


Haciendo gala de la belleza estilística de su escritura, Atwood nos deleita con pasajes como este: «Islas de árboles extendían sus hojas brillantes o plumosas en torno a granjas de un siglo de antigüedad, con graneros grises de madera todavía en uso, y silos que puntuaban las líneas horizontales.»

Pero ¿es una obra de carácter dramático? La respuesta es no. La autora ha sabido transmitir la divertida locura en la que se ha visto inmersa, y para ello ha dotado a la obra de un carácter jocoso, distendido e incluso paródico.

En resumen, el diablo se lleve vuestros dedos si no acabáis riendo a carcajada limpia.

Hechizo 6.- Despertar nuestra imaginación


Atwood ha conseguido plasmar, de forma impecable, el espíritu abierto que Shakespeare imprimía a sus obras. 

Difícil será que no acabéis siendo víctimas de este magnífico hechizo con el que quizá, os atreváis a reinventar la obra en su totalidad y seguro, no lo dudo, hallaréis sin dificultad las respuestas a los siguientes interrogantes:

¿Por qué se titula «La semilla de la Bruja»? La ausencia

Todas las ausencias tienen un porqué. ¡Calibán fue el único que quedó atrapado en la isla de «La tempestad»! Un gran personaje que se merecería una novela como protagonista y, al menos, ya aparece en el título de una. ¿No es una triunfal liberación?

¿Por qué el protagonismo de Miranda es intermitente? La presencia

Ella solo es la actriz principal de un recuerdo. Si representar «La tempestad» es una evasión para aquel que la recuerda, una liberación de la cárcel de la memoria, Miranda, en ese mágico mundo teatral, solo podrá aspirar a ser actriz suplente. Maravilloso guiño de Atwood: ¡Miranda declamará en «La semilla de la bruja» el perdón del primer Próspero!

Con el permiso de Margaret Atwood

Para despedirme de todos aquellos que hayan tenido a bien llegar hasta aquí, me voy a tomar la licencia de modificar el epílogo de «La semilla de la bruja», en el que la autora, reconvertida en hechicera literaria, solicitará a sus lectores que la liberen de la cárcel de sus palabras mediante un aplauso. Gracias mil veces por esta gran novela.

EPÍLOGO (Fragmento de «La tempestad»)

MARGARET ATWOOD
Ahora magia no me queda y solo tengo mis fuerzas, que son pocas. Si os complace, dejadme ir y de este encanto libradme con vuestro aplauso.

(Voz en OFF)


Liberada quede con una calurosa y enorme ovación. 

25 comentarios:

  1. Te has superado con esta reseña, no puedo más que aplaudirte, y constatar que has sabido tratar con mucho tacto esos temas que tanto te dieron que pensar, yo los he soslayado para que sea el lector el que llegue a ellos. Una gozada leer tu reseña es magnifica

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    1. Muchísimas gracias, Carmina. Mi enfoque de la lectura fue erróneo: solo estuve atenta a los hechos. Al cabo de dos días tuve un fogonazo mental y, de repente, todo encajó. Hay que leerla con la mente abierta, querida. Qué gran novela. ¡Beso!

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    1. Muchísimas gracias, alentadora jefa. Hemos tenido buenos libros en #SoyYincanera gracias a vuestro trabajo. Creo que, en el sentido que lo es este, va a ser muy difícil subir un peldaño más. Ahora mismo lo veo muy complicado: qué talento. ¡Abrazo, Ana!

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  3. GRan reseña. Dan ganas de releerme la novela, aunque dudo que lo haga, jaja

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  4. Hechizado por tus seis hechizos, no digo nada nuevo. Veo que la obra te ha enamorado, tanto la clásica, como la nueva versión de Atwood. Sabes que no coincidimos en esta obra. "Ella es solo la actriz principal de un recuerdo". Soberbio. Un beso.

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    1. Muchísimas gracias, Domi. Tu opinión es muy importante para mí. Lees mucho y muy variado. No hemos coincidido debido a un «pestilente» problema, solo eso. No tengo ninguna duda de que la coincidencia hubiera sido de 10. Traducido a tu rasero habitual de 9, claro. Dese por besado, caballero.

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  5. Pero qué pedazo de reseña! Estoy como Eva, que me has dejado con ganas de volver a leer la novela. Pero en mi caso, como voy a ir sin prisas, a ver si consigo leer La tempestad antes.
    Besotes!!!

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    1. Muchísimas gracias, Margari. Si finalmente te animas a ello, es mejor leer antes «La tempestad». Así es.

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  6. Aplausos y más aplausos, pedazo reseña, voy a tener que releerla también, besotes

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    1. Ja, ja, ja, ja. Muchísimas gracias, Susana. Besos, obvio.

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  7. Muy buena reseña, me ha recordado a los comentarios de texto que se hacían en el instituto, pero este muy bien perfilado, analizando punto por punto todo los temas que toca la autora en su obra, pero con el aliciente de que una vez leída tu reseña dan ganas de volver a leer el libro. No sé si lo haré, prefiero acabar las apenas 50 páginas que me quedan por leer de "La tempestad"; lo leído me ha reafirmado en que si no hubiera empezado la casa por el tejado habría disfrutado sin duda muchísimo más con el libro, y que conste que lo he disfrutado, pero no al 100%, porque es difícil salir de una idea preconcebida. En mi caso creía que estaríamos ante una obra más "negra".
    Besos.

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    1. Gracias, Loli. Ojalá algún naufrago visite mi «isla» y, después de leer esta entrada, decida que su próxima lectura va a ser «La semilla de la bruja». Si además he conseguido en algunos de vosotros despertar las ganas de releerla... Empezar la casa por el tejado ha planteado mucho debate. Creo que tu reflexión es la correcta. De hecho te estás dando cuenta de ello, porque estás leyendo ahora «La tempestad».
      Besos, guapa.

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  8. Estupenda reseña que demuestra hasta qué punto te has implicado con la obra, con los personajes y con los acertijos.
    A sus pies.
    Besos

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    1. Muchísimas gracias. Si después de leerme alguien duda de cuánto me gustó, me retiro. Fíjate que escribí la última palabra pensando que me había quedado corta. A tus pies, siempre yo. Un abrazo caluroso, querida Mari.

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  9. ¡Pero qué buena reseña! Muy original la forma en la que cuentas tus impresiones. Desde luego, has sabido transmitir muy bien todo lo que esta obra te ha hecho sentir.

    Creo, como Loli, que es importante haber leído antes el original, que así se disfruta esta adaptación mejor, porque el no haberlo hecho hace que muchos de esos guiños a los que aludes no tengan todo el sentido.

    ¡Un abrazo!

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    1. Muchísimas gracias. Soy consciente, además, de que la reseña puede no entenderse si no se ha leído «La tempestad». La ubicación del «Cuadro 1», por ejemplo, es un guiño. Yo creo también que es mucho mejor (es una hora de lectura) conocer la invención, antes que la reinvención. Un beso, Marina.

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  10. Hechizada me has dejado. Que maravilla de reseña!!!!! GRAN OVACION!

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    1. Muchísimas gracias, Gema. Pero la que hechiza y se debe llevar una gran ovación es la señora Margaret Atwood: gran novela.

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  11. Tienes mucha razón, cuando dices que es importante haber leído la obra original antes que la reinterpretación de Atwood, además de la ventaja de salida al conocer esa parte de la trama resulta muy divertido encontrar el paralelismo entre los personajes. Tus seis hechizos me han hechizado. (voz en OFF: Bravo, Bravo, Bravo ... aplauso contenido de 15 minutos o más...)

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    1. Muchísimas gracias, Ángela. Si se lee antes no solo se disfruta del paralelismo entre los personajes. El tema «guiños» es absolutamente maravilloso. Por eso, en un tiempo volveré a leer «La semilla de la bruja». Creo que todavía encontraré más. ¡Un abrazo enorme!

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  12. Ana, lo primero felicitarte, una reseña magnífica y original donde las haya, me encanta el entusiasmo que has puesto. Yo también soy de los que la ha amado, así que poco más puedo decirte. Besos

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    1. Muchísimas gracias, Pedro. Me ha gustado tanto, que casi por primera vez he disfrutado escribiendo, desde la humildad, sobre una novela. Atwood es demasiado grande. Besos para ti.

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